Contador.

Él era un loco desatado, al cual yo deseaba admirar. Mi mente decía que no y mi corazón me susurraba que lo intentará una vez más. Todo era tan claro y difuso.Lo acepte con sus idas y vueltas,porque era el amor que creía merecer. Estoy tan resignada que no lo estoy, porque aún estandolo hay una parte de mí que sigue luchando y sufriendo de pie. Cuando quise darme cuenta, ya no era la misma de antes ni deseaba tener la misma libertad. Cuanto más quería conocerlo, él se alejaba. Un día me empujo hasta dejar caerme al suelo, el tomo mi mano y me dijo, Por favor no trates de averiguar quien soy. No quiero que lo hagas." Hay varias razones de la soledad y el desear cambiar. Comprendí que no me sentía satisfecha cuando todo acababa y que la única que estaba vacía era yo.